El diario de Noa: capítulo 42º

Mientras me acariciaba de nuevo las tetas a través de la camisa no pude evitar pensar de nuevo lo imprevisible que era la vida y como solo unos horas antes había estado yo poniéndome ese chaleco y esa camisa sin esperar que pasase nada, y solo unas horas después ahí estaba Rafa sobando mis pechos. Habían pasado tantas cosas en tan pocas horas que no me daba tiempo a asimilarlas. Decidí simplemente dejarme llevar por el momento y seguir disfrutando de esta excitación continua que no cesaba.

Estaba totalmente sumida en mis pensamientos cuando Rafa me sacó del trance en el que estaba. Había dicho algo pero no le había escuchado dado mi atolondramiento. Dije: “¿qué has dicho?”, él respondió con serenidad y calma: “que si puedo desabrocharte un botón de la camisa, solo uno, te lo juro”. No me hacía ninguna gracia eso. Tenía muy claro quería que se sobrepasasen ciertos límites y menos aún con Rafa, a pesar de que estaba siendo todo un rato un encanto. ¿Hubiese sido diferente si quien me lo hubiese pedido hubiera sido Edu? Es posible, no sé. Sinceramente no me reconocía en aquella chica que estaba tumbada en la cama jugando a la fantasía de hacerse la dormida. Todo lo que estaba pasando esa noche era como ajeno a mí, y a años luz de mi personalidad habitual.

Viendo que seguía sin contestarle, Rafa insistió con la pregunta: “solo uno, venga, solo uno, por favor”. Finalmente titubee y dije un “sí” algo apagado y desapasionado. Por una parte quería pero por otra no. Una especie de lucha interna que me estaba empezando a molestar y a no dejarme disfrutar de la fantasía. Rafa no tardo mucho en cumplir su deseo, pues en menos de un suspiro me desabrochó un botón. Eso le proporcionó como más deseo e ímpetu, pues acto seguido empezó a tocar con más pasión mis pechos a un ritmo mucho más rápido que lo habitual. Susurró: “que pena que solo con un botón no pueda verte el sujetador, tengo tantas ganas de ver cómo es tu sujetador”. No fui tan tonta como para seguirle el juego, por lo que el siguió con ese masaje por mis pechos sin desabrochar nada más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario