El diario de Noa: capítulo 48º

Incluso me plantee tontear yo con Edu y que acabásemos saliendo juntos, y de esta manera alejarlo de la retorcida Angélica. ¿Por qué no? La absurda e infantil obsesión que sentía por él desde los 14 años no parecía fruto de un día, pues habían pasado más de 2 años y seguía teniendo algo en mi interior que me atraía hacía él. No era el capricho de una niña de 14 años, sino que seguía latente en mí cierta atracción, aunque nunca se la reconocí ni a él ni a nadie. Puede que mis historias con Rafa hubieran eclipsado en las últimas semanas todo el tema de Edu, y supongo que en mi fuero interno soñaba con volver a experimentar cosas nuevas con él, ya fuese dormida o despierta.

Se desató en mí una especie de lucha interna, pues por una parte quería alejarlo de Angélica y sus desagradables tonteos, pero por otra parte me carcomía el alma que él descubriese que sentía algo y mandase así al traste todos esos juegos de indiferencia mutua que ya duraban dos años. Mientras me debatía en mis pensamientos ocurrió algo que lo aceleró todo vertiginosamente. Fue el sábado antes de mi cumpleaños. Todos nos lo estábamos pasando muy bien ese finde, aunque Angélica seguía tan vulgar y tonta como siempre. En un momento dado intensificó sus tonteos con Edu, hasta el punto de no dejar de agarrarle del brazo, darle golpecitos sin parar y reírle hipócritamente las gracias. Y, antes de que me diera cuenta, le había convencido para que se fueran los dos juntos a dar una vuelta en moto. Eso me crispó más de lo que pensaba.

No sé ni cómo no se volcó la moto con la puta gorda montada en ella, solo sé que se montaron ambos y se fueron con la moto a gran velocidad. Me controlé aproximadamente durante unos 2 minutos en los cuales intenté tranquilizarme y serenarme. No lo conseguí. Pasado ese tiempo me acerqué directamente a Rafa y le dije: “¿has bebido mucho esta noche?”, él me contesto un poco desconcertado por la pregunta: “pues un poco, ¿por qué?”, a lo que repliqué yo con firmeza: “Por qué el chalet de mis padres está a más de 4 kms y no quiero que tengamos ningún mal rollo en la carretera”. Rafa tardo unos segundos en asimilar lo que le acababa de decir y en reaccionar. Finalmente dijo con calma: “tranquila, controlo bien, no va a haber ningún problema”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario