De todos modos, Rafa, como cualquier chico, no era perfecto y más de una vez sobrepasaba los límites. Más de una vez comprobé como intentó dejar de abrazarme por la cintura e intentar tocarme los pechos y tuve que impedírselo y pararle los pies. También intentó subirme el vestido y nuevamente tuve que pararle y recriminarle. Le frustré cada uno de los intentos que llevó a cabo. Solo quería un abrazo por detrás y besos en el cuello. Solo eso. Sé que suena absurdo el frenarle tanto, más aún cuando solo unos meses antes me había acariciado tantísimo los pechos y había avanzado tantísimo en otros aspectos en nuestra relación. Pero en aquella tarde de domingo quería (más bien necesitaba) empezar poco a poco de cero. Empezar desde el principio. Sé que para él sería muy frustrante y desmotivante, pero yo no pensaba en todo lo ocurrido en meses anteriores, sino en empezar a motivarme muy poco a poco después de un letargo de tantos meses sin experiencias. Mi mente me pedía a gritos empezar desde cero. Poco a poco. Si Rafa lo asumía pues genial, y sino pues entonces jamás volvería a tener nada conmigo. Así de sencillo.
La corrección de Rafa fue absoluta en todo momento. Pues solo se limitó a abrazarme por detrás y a darme los besos. Es decir, todo en plan muy light y sin sobrepasar ningún límite. El factor del espejo desde luego fue determinante. Fue lo que más me gusto y le aportó a la fantasía el grado justo de morbo que yo quería. Ciertamente fue todo muy suave y light, nada espectacular, sobre todo si lo comparamos con las historias que tuvimos Rafa y yo en meses anteriores. Pero era lo que yo necesitaba. Ir poco a poco. A mi ritmo y nada de fantasías muy subiditas de tono. No estaba preparada para ello todavía. Me agradó tanto que cuando Rafa me preguntó que si quedábamos al día siguiente le contesté afirmativamente sin pensármelo mucho. Por lo que concertamos una nueva cita para el día siguiente y en el mismo lugar. Sabía que sí daba carta blanca a una nueva cita eso supondría empezar de nuevo con las fantasías después de muchos meses de parón. No estaba segura de sí quería eso o si estaba preparada para ello. Lo único que sabía es que me apetecía simplemente volver a quedar. Solo eso.
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