No quisiera adelantar acontecimientos pero para no aburrir con detalles a los futuros lectores de este relato me gustaría simplificar y resumir todo lo que ocurrió desde finales de Septiembre y durante prácticamente todo el mes de Octubre. Para hacerlo más ameno lo subdiviré en diferentes apartados:
Deporte: No sé si fue por el intenso y sensual partido de tenis que desencadenó e
hizo explotar la pasión sexual de Edu por mí, pero lo cierto es que a partir de ese momento hicimos juntos un montón de actividades deportivas el uno con el otro. Fuimos muchas veces al rocódromo a escalar (a ambos se nos daba muy bien), jugamos muchos partidos de tenis los fines de semana, salimos mucho con las bicicleta por ahí, hicimos mucho senderismo, nos echamos algún que otro partido de baloncesto, fuimos a la piscina climatizada, etcétera. Es decir, no desaprovechamos ni un segundo y nos compenetramos en algo que a los dos nos encantaba: el deporte.
Los botellones: Si fue un domingo cuando empezamos a salir lo mantuvimos en
secreto para el resto de la pandilla hasta el viernes siguiente que fue cuando lo hicimos oficial. A mucha gente pareció sorprenderles que así de repente y de forma espontánea Edu y yo fuésemos novios después de tantos años demostrando una palpable indiferencia mutua el uno por el otro. Pero más sorprendente fue la tremenda química que manifestábamos cuando estábamos juntos y lo felices e ilusionados que estábamos en todo momento. Nadie parecía comprender cómo si nunca había pasado nada entre los dos ahora de repente estábamos tan compenetrados y conectábamos tan bien. ¡Ay, si la gente supiera todo lo que había pasado por mi cabeza y por la de Edu desde los 14 años y como a lo largo de esos tres años fuimos de importante el uno para el otro! Pero claro, yo siempre mantuve mi vida sentimental/sexual es la más estricta confindecialidad y privacidad, y nunca nadie sospechó ni imagino nada de lo que pasó esos años tanto con Edu como con Rafa. Siempre fui muy celosa de mi intimidad y durante tres años lo demostré a todo el mundo.
Rafa: En la noche que hicimos oficial nuestra relación Edu y yo, Rafa no estaba
presente (nunca salía los viernes porque salía con otros amigos desde siempre), por lo que se enteró de lo nuestro al día siguiente. Pude percibir su cara contrariada y un gesto de desagrado total. Yo solo crucé una vez mi mirada con él y le fulminé con mi mirada pues aún seguía (y siempre seguiría) teniendo un desprecio brutal por él. Dicha mirada debió ser eficaz, pues nunca más volvió a salir con nosotros en la pandilla y ya solo lo volví a ver muy esporádicamente en algunos bares. Rafa ya era el pasado. Y un pasado que quería enterrar para siempre. Mientras me sirvió de antídoto por mis complejos sentimientos/deseos hacía Edu me gustó su compañía, pero después de lo que me hizo no podría volver ni hablar con él.
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